jueves, 30 de diciembre de 2010

La esperanza de sentirse aliviado da valor para sufrir. Marcel Proust

Piensa que al entorno no le faltan presencias, que tu paseo no es pretexto para nada. Aunque oigas el aleteo de las alas de ese ángel que no está.

Necesito tener esa coherencia que en el fondo admite el estado transitorio del sufrimiento aplacador. Aunque no puedo evitar que este trabajo de persuasión me parezca un engaño, y jugar, el teatro absudo de la vida.

sábado, 25 de diciembre de 2010

Un País



Nos hace falta un país, aunque sólo sea por el placer de abandonarlo. Un país quiere decir no estar solos, saber que en la gente, en las plantas, en la tierra hay algo tuyo, que aun cuando no estés te sigue esperando.

Cesare Pavese

jueves, 21 de octubre de 2010

Soy capaz de imponerme la norma más absurda, restarle importancia a lo que me atormenta, consentir el comportamiento extraño. Modelo mi mente y mi rutina. No quiero doblegarme más ante mis temores.
Toda joven sabe sobre amor. Es sólo su capacidad para sufrir por él la que aumenta. Françoise Sagan.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Buenos días

"A la tristeza di,
buenos días."
John Keats


Saltémonos las generalidades, las preguntas estúpidas, y apresurémonos a los instantes compartidos, aunque nos entendamos sólo una noche y cada beso sea una posdata, la última. Sorprendentemente el encanto de príncipe prevalece con los primeros rayos de luz que nos descubren somnolientos. No se pudo retrasar más la llegada del nuevo día, que estuvo en nuestras manos hasta que quedamos dormidos. Dudo de si el recuerdo de la complicidad de esta noche me ayudará a levantarme con ánimo. Parece que esta vez sí.

viernes, 1 de octubre de 2010

Reinventando

Matando el dolor, el recuerdo, las horas vividas; desterrando horas, borrando pasos, y dejando volar: la calma, el hastío, la indiferencia, como se deja jugar a los gatos en el jardín, dormitando al sol de la tarde los pensamientos.

Quemando charlas, palabras, recorriendo hacia atrás un episodio para situarse en el justo instante en que empezó todo, para, seguro que tarde, y después, reescribir mi vida.

Retrocediendo sobre los pasos, y las palabras, para hallarme justo en el instante antes de que sucedieran, y dando otro giro a la historia, reescribiendo líneas en tinta bien secada, la máquina de escribir contundente que deja indeleble todo bien tintado, remachado, y que es el tiempo y lo que en él acontece.

Pasando pues página, si bien reescribir es imposible. Quemando quizás los folios anteriores, pero eso supone quizás la peor de las soluciones, pues significa que no habríamos vivido. Y ese sí, sin duda, sería el peor lamento que pudiéramos sufrir.

Cogiendo la idea que se me escapó, la variante que no alcancé a encontrar, el camino que no me decidí a tomar, cuán afortunados si rebobináramos, la bobina del tiempo, si sigue atosigando así parece que los errores vaya a sucederse como si de una bola de nieve se tratara, al no dejarnos tiempo para enmendarlos, y enlazando así un error tras otro. Debemos por eso enfrentarla, siendo primero raudos y después tajantes en nuestro proceder.

La alegría

no es nunca la misma mano

la que me la da. Hoy es una,

otra mañana, otra ayer.

Pero jamás es la tuya.

Por eso siempre te tomo

la pena, lo que me das.

Pedro Salinas

viernes, 16 de abril de 2010

un año



No el dolor verdadero,

que enmudece;


sino esa sutil forma de tristeza

que no es apenas nada

más que ausencia de dicha.


Ángel González

domingo, 4 de abril de 2010

nada es lo mismo


Angel González

                                                                                                              la lágrima fue dicha...

Olvidemos

el llanto

y empecemos de nuevo,

con paciencia,

observando a las cosas

hasta hallar la menuda diferencia

que las separa

de su entidad de ayer

y que define el transcurso del tiempo y su eficacia.



¿A qué llorar por el caído

fruto,

por el fracaso

de ese deseo hondo,

compacto como un grano de simiente?



No es bueno repetir lo que está dicho.

Después de haber hablado,

de haber vertido lágrimas,

silencio y sonreíd:

nada es lo mismo.



Habrá palabras nuevas para la nueva historia

y es preciso encontrarlas antes de que sea tarde.